Soon this place will be too small...

Soon this place will be too small...
Chiloé - Camino a Detico

jueves, 29 de diciembre de 2011

Semana 8: Welcome to New Zealand


Me acabo de dar cuenta que he cumplido ya dos meses en Nueva Zelandia, uufff y cómo los cumplí. A ratos me ha parecido una eternidad y de pronto veo que el tiempo ha pasado volando...paradójico mundo este.
Bueno, aquí estoy, me corrieron del trabajo., osea, me echaron. Algo así como un You fired,. Estoy sin pega, afotunadamente BNP me está dando una mano y las acciones están empezando a repuntar (y ahora volvieron a bajar las mierdas), lo que me tiene algo más tranquilo por ahora. De todas maneras me he estado moviendo para encontrar formas de hacer lucas o más bien para comer, ya que descubrí que el trueque es una muy buena herramienta cuando que rodeas de puros giles sin plata. Fue así como surgió uno de mis nuevos emprendimientos: me convertí en el taxista oficial de los inmigrantes. Así es,  agarro a todos los recién llegados  con cara de pajarones y los llevo a recorrer los lugares donde hay orchards para que pregunten por pega, a cambio de este increíble servicio, me tienen que pagar la bencina y un plato de comida pssshhh, ni siquiera tengo que cocinar.  El único problema potencial que le veo, así como haciéndole el clásico análisis Foda de Porter (fortalezas y debilidades), es que un amigo aguafiestas arruina emprendedores de comentó que necesito una traducción legal de mi licencia para manejar cualquier cosa con motor acá en Nueva Zelandia, lo cual por supuesto no tengo. Así es que si dejo de escirbir por un buen tiempo ya sabrán donde buscarme…

La cosa es que no quiero volver trabajar en esos campos de concentración, siento que el spray va a matar a mis pobres espermatozoides o los va a ser mutar, y  al momento que tenga un cabro chico, el mocoso va a salir con una nariz con tres hoyos o algo así. Ni hablar del sol, que me quema la piel como si me pusieran una ampolleta. Si hasta arrugas me salieron...qué van decir mis fans, (que hasta el momento son mi mamá y mi abuela) . Estoy que le pido el dato de las cremas al Viera.
Dentro de esos teje manejes que he estado haciendo, me tocó trabajar un sábado en venta de artículos deportivos para un evento de artes marciales. Así es que ahí figuraba yo, promocionando los mejores protectores de cocos para los regalones para los regalones !! con el auténtico olor a wea, entre otras cuestiones más. Estuve todo el día en eso, ni siquiera almorcé y no vendí ná!


Al final de la tarde me pasa a buscar un amigo a quien le he estado enseñando Capoeira ene este tiempo, Sam un kiwi rebuena onda. Lo más parecido a Frodo del Señor de los Anillos. Dice que yo he sido el único que lo ha molestado por eso....serán weones estos kiwis, si el parecido es evidente. Le dije que se pusiera un gorro por último, que no podía andar con esa cara de Frodo por la calle. Nos mandamos una buena cerveza y hasta al pool jugué, como un buen desempleado. 



El problema es que a esas alturas de la tarde estaba muerto de hambre y no quería gastar más plata. Ahí fue cuando el hobbit me dice que tiene un amigo que está de cumpleaños y que fuéramos. El pendejo cumplía 21 y acá es todo un acontecimiento, es una especie de tradición en donde los mongos estos se toman un vaso gigante de chela, pero gigante. Usualmente vomitan entremedio para poder seguir dándole. En este cumple, no fue la excepción, incluso el marrano al momento de vomitar, se le cayó un diente postizo entremedio del vómito que elegantemente había depositado en el barril dispuesto para tan solemne acto. Lo más bonito de este cumpleaños, es que en esta ocasión, era su padre quien le sostenía el vaso y lo empinaba para que el mocoso lo terminara. El concepto de familia se empieza a perder al momento que cruzas el océano.

Mientras presenciaba todo esto, yo me enfocaba en picoptear todo lo que encontraba: papas fritas, choripanes (que acá son remalos la verdad), galletas y todo tipo de porquerías para llenarme la guata. Fue así como derrepente apareció el pastel de cumpleaños.....
Un tremendo culo bañado en exquisito chocolate, cubierto por un pequeño colalé rosadito...irresistiblee!.  Pa' lo feas que son estas guatonas, ese había sido el mejor culo que había visto en mi estadía y estaba determinado a comerlo. Así es que agarré mi plato, y cual caballero que soy, me avalancé sobre todo lo que era el calzón... y así continué con el cachete izquierdo y el derecho. Era chistoso porque yo sentía que los dueños de casa estaban especialmente preocupados de que cada uno comiera de este pastel. Me preguntaban a cada rato si lo había probado y yo les contaba específicamente qué parte del cachete había atacado.



Iba todo bien, la gente era bien tranquila la verdad, y yo quería pasar lo más desapercibo posible y cerca de la comida; mientras el resto hacía competencias de quien encestaba la pelota en un aro de basquetbol. En eso viene mi amigo y me pasa la pelota. Eso ya me complicó, yo y el baloncesto no somos muy amigos. Me dice que intente encestarla en el aro.. esa porquería debe haber estado a unos 6 metros de distancia y justo en el límite con el vecino, todos miraban con expectación de lo que iba a  hacer el sudamericano.... la tomo con las dos manos y desde abajo a arriba la suelto con mi mejor sutileza. Todos observaban la trayectoria, nadie había podido encestarla hasta el momento. Mi lanzamiento fue fatal. Ni siquiera tocó la bandeja, pasó de largo a la casa del vencino, fin del juego. El chileno arruinó la diversión y ahora tods los ojos estaban puestos sobre mí. Mis planes de pasar invisible no estaban resultando y por otro parte, me sorprendí de lo lejos que estuve, algo no andaba bien...


Hice el amague de ver si podía rescatar la pelota, pero ni huellas de ella, intenté desmarcarme y sociabilizar con otros grupos para evitar las quejas. Así es que me acerqué donde estaban los más viejos, la fiesta hasta el momento era bien familiar,no había indicios de que la cosa se iba a desrodenar. Si hasta un abuelita había, ahí me quedé haciendome el lindo dentro de los vejetes.  En eso apareció una mujer madura ya bastante weena!, debe haber tenido unos 38 años, hasta su coqueteo loco me pegó. Le comenté a mi amigo, de lo  guapa que estaba la vieja esa, Sam me respondió: "es la dueña de casa, la mamá de mi amigo!".


Seguímos conversando sobre cualquier tontera y derrepente Sam me comenta que se sentía raro, como si hubiese sumado o algo así...me pareció raro. Pensé que le podía estar afectando el vodka, ya que acá no toman muchos tragos fuertes. Pasaron unos minutos de su comentario cuando sentí como si una onda radial telepática me estuviera pegando justo en el parte superior derecha de mi cabeza, fue tan fuerte que incluso di un paso atrás... No entendia nada, todo era confuso, las palabras no salían y no entendpia lo que me hablaban. Mi visión estaba absolutamente borrosa y ya no podia estar en pie. Mi corazón empezó a palpitar más fuerte que nunca...pensé que me iba a dar un ataque cardíaco.
Apenas logré ponerme en pie, busqué a un "adulto responsable": "llamen a un doctor!"dije y me tendí en el sillón del living. Apenas podía comunicarme y me costaba entender. Mi mente divaba por todos lados y no lograba diferenciar si lo que estaba pensando era real o era sólo mi imaginación. No sabía si efectivamente estaba realizando la acción que tenía en mi cabeza o simplemente era un pensamiento. Había perdido totalmengte el control de mi mente y de mi acciones. Lo que sentí en ese momento fue pánico. Tenía miedo de pensar que iba a querer saltar por la ventana, porque no me iba a dar cuenta si efectivamente lo iba a hacer o no, tenía miedo que se me acercara gente porque lo único que quería era ahorcarlos. Me sentía absolutamente engañado, desportegido en un lugar desconocido con gente extraña. Cuatro pedazos de pastel con marihuana y un estómago vacío sin que te digan que contiene marihuana = P A R A N O I A.
Tenía miedo de mí mismo y de los demás, no confiaba en nadie, quería estar solo y en mis mometos de cordura les pedí a todos que se fueran del living. Los dueños de casa intentron calmarme, los eché también... ya no confiaba en mí, tenía miedo de decirle a la vieja que estaba entera rica y que el papá del loco me sacara la cresta ahí mismo. Así es que el cumpleaños se tuvo que hacer en el patio de la casa porque el chileno invitado quería estar solo en el living. Y yo que queria pasar piola !

La paranoia me duró como 3 horas yo creo, han sido las peores de mi vida, me repetía constantemente: you are not your mind y hacía tronar los dedos para recordarme que estaba ahí, en el living de la casa. Recuerdo que dentro de mis pensamientos, pensé que me había hecho caca y despertaba del trip a esos benditos momentos de conciencia y me tocaba desesperabo revisando si efectivamente esta entero cagao o no. Esa si que hubiese sido linda !
También recuerdo que sentía que la ropa me quemaba y desesperadamente empecé a sacármela, en mi mente quedé en pelota, cuando aterricé, dije: "mierda estoy en pelata en el livng de la casa!" afortunadamente sólo me había sacado los zapatos.

Y así, mi mente divagó y me hizo pasar tremendos sustos. Cuando logré cierto estado estable de conciencia y pudimos efectivamente comunicarnos entre Sam y Yo, nos fuimos de ahí. Yo sólo quería salir de ese lugar que se había convertido en un infierno y donde he pasado los peores sustos de mi vida. Logramos llegar a su casa en un taxi. Yo me tiré en el sillón. En eso aparecio un gato, tenía colores blancos y negros. Empecé a  imaginar que era una persona vestida gato y me vino una risa que no pude contener. No podía ni cerrar la boca y la baba se me caía, cero control de mi cuerpo. El gato se subió a mi guata y empezó a ronrronear. Yo sentía como una especie de terremoto armónico que entraba en resonancia con todo mi sistema linfático- parasimpático- raquídeo-espinofacial. Me relajé profundamente y por fin pude dormir. Sólo un poco..

Apenas pude, me levanté y emprendpi camino casa. Lo único que quería era sentir que estaba en un lugar seguro. Pasé por un Mc Donald, para mandarme un bajón. Me di cuenta  que todavía seguía fuertemente marihuaneado porque los Quarter Pounder y Big Mac de la pizarra tenían vida. Sentí pánico nuevamente cuando me enfrenté la cajera...No fui capaz de hablar ni menos comer a los Big Macs!, apunté con el dedo lo que quería: una.ensalada (eran las 8:15 am aprox).

El efecto de la marihuana me duró en total como 30 horas, pasé todo el resto del día volado y  parte del siguiente también. Cuando llegué a mi casa y ya me sentía más a salvo, recibí un mensaje de mi amigo Sam, decía: Welcome to New Zealand.

Después de esta horrible experiencia me quedó una gran lección: hay culos y culos.











sábado, 26 de noviembre de 2011

Semana 5: Working Survivor Visa



 El batallón está decaído. Siento que las fuerzas ya no son las mismas y el ánimo y la moral del grupo se están desvaneciendo. Repentinos cambios y decisiones que a primera vista parecen espontáneas o apresuradas están apareciendo a la luz, pero que al analizarlo un poco más te das cuenta que son ideas que han sido desarrollada durante la eternidad de la jornada laboral en donde tu mente es libre de divagar por donde se le plazca, ya que para ejecutar la tarea que te encomiendan, sólo necesitas una pendejésima fracción de una neurona. Todo esto fomenta esa especie de síndrome de pensamiento compulsivo que padecemos los seres humanos, por lo que la ansiedad y angustia se dejan caer. En mi caso, se traduce a cómo salir de las orchards. Otros, sólo piensan en volver a Chile.

“Me voy a Chile este Viernes” (hoy es Martes), anuncia una de las chicas con los ojos llorosos, “no aguanto más”. Fueron las escuetas explicaciones que escuché, mientras preparaba mis tallarines. Pienso que es lo mejor, todos escuchamos como lloraba el fin de semana completo encerrada en la pieza. En cierto grado todos queremos volver, escucho constantes quejas y dolores que aquejan a los valientes temporeros con los que vivo. A mí, la tendinitis en ambos hombros me está haciendo la estadía acá muy difícil, y el sabor de carne de la anguila que pescamos en el riachuelo me tiene podrido, que daría por un buen bistec con tomate y una marraqueta..de esas de panadería de típica de Santiago. Cómo te extraño Santiago querido…ni hablar de Valpo.



Desde acá me doy cuenta que Valparaíso es irrepetible en el mundo, sólo puede existir en Chile y nada se le puede comparar. Si a eso le sumo mi querida hostal Pata Pata (http://www.patapatahostel.com/es) y una tarde de surf con mi buen amigo Viera, aunque sea en la orilla de playa, espectacular.

Es sábado 18.00 de la tarde, tomo el auto y me arranco de Hastings por unos momentos, zurcando los delgados y curvilíneos caminos que llegan a tener hasta un cierto dejo de sensualidad  (como se nota que hace tiempo que no veo una mina)me dirijo a Ocean Beach, la puerta del pacífico en estas tierras, lo más cerca de casa que he podido encontrar




Estaciono mi viejo cacharro en el mirador de siempre, un Subaru Legacy del ´92 con más kilometrajes que una carretera (344.000 km apox. para ser algo más exacto), el que parece lanchón de pescador al lado del auto de mi buen amigo Rudolph quien ya ha llegado al lugar de encuentro, un checo que puta que es checo el wn. Este gallo, frecuenta el mirador todos los sábados para conectar su artesanal aparataje que le permite recibir ondas de radio. Dice que la sal del pacífico le ayuda a captar señales más fuertes. Apenas me ve, me hace una pequeña seña para que suba a su auto. Lo veo tremendamente alterado, habla en checo, saca lápices y toma nota sin dejar de hablar por radio:”andrei, andrei ..rapatratruzky cheppatotrat trepalatov pirukate” son las palabras que escucho y entremedio un “Brasil” – por una fracción de segundo pensé que empezaba a entender checo. Mientras se da un leve respiro, voltea su  mirada al asiento de atrás y con ojos desorbitados, me dice: Bussy day amigo.


El primer día que vi a este checo, lo encontré en el mirador amarrando unas cuerdas de un extremo de un poste a la barrera de contención, con una torpeza y atarantamiento que no sé cómo no se ha mandado barranco abajo, me recordó una escena de la película Volver al Futuro, cuando el doctor Emmet Brown amarra el cable de la torre del reloj al DeLorean. Intrigado le pregunté si necesitaba ayuda - derrepente este loco es un viajero del tiempo pensé. Hijo de militar de aviación de la antigua Checoeslovaquia, creció viendo a su padre comunicándose por este medio desde su casa con el resto del mundo, ahora donde sea que vaya lleva consigo su aparataje para captar señales de radio con diferentes personas en el mundo, chequear la fortaleza de la señal y cuando hay acción, hacer rescates mediante apoyo en los sistemas de comunicación. Este sábado teníamos rock and roll, se había contactado con un aventurero checo que había estado navegando desde europa a Sudamérica, y en las costas cercanas a Brasil el motor de su embarcación había colapsado. Rudolph, había logrado comunicarse con otro checo que estaba en europa quien le daba las indicaciones de cómo reparar la averiada nave. Por alguna razón desconocida, era la única opción del navegante, quien no podía encallar en las costas de Brasil para arreglar su nave por un tema de papeles o algo así que no quedaba muy claro. Después de darles las indicaciones necesarias y lograr el éxito de la operación, el navegante nos contó que en su ruta había subido a dos personas en las islas canarias, quienes tenían antecedentes de tráfico de drogas en Brasil –él no lo sabía-, por lo que llegar a puerto a ese país les podía costar ir a la cárcel a toda la tripulación.  Mi amigo checo me contó que esta era una práctica habitual entre este tipo de marineros aventureros y que incluso en Nueva Zelandia habían muchos que zarpaban de una ciudad en la isla norte, anoté el nombre; me pareció buena idea… (También me comentó con ciert vergüenza que era amigo del checo que incendió las torres del paine).

Después de toda esta aventura radial, se empezaba a hacer tarde y era hora de regresar, me despedí de Rudolph quien seguía pegado haciendo contacto con otros radio transmisores del mundo y emprendí rumbo a casa. Mientras manejaba mi cacharro espacial, bajando por los delgados y empinados caminos, que me hacían sentir como una especie de hobbit moderno piloteando el halcón milenario de las guerras del galaxias, siento que el motor no responde adecuadamente, quería enganchar y simplemente la trasminición de mi aporreado 4 por 4 dejó de funcionar…estaba bajando el cerro en neutro, una especie de bajada libre en una baratija con forma de auto, pero todo esto a una increíble velocidad de 30 km por hora. Veía como lentamente se acercaba una curva ultra cerrada a pocos metros de distancia, yo en neutro ypara más remate, el motor se apaga…La curva se acerca más y más, aprieto el freno...bloqueado. Transpiro helado. “Este va a ser el choque más weón que pueda tener, ni siquiera me voy a ir barranco abajo, por último para que sea un buen final. Seguro que voy a hacer mierda el auto y la barrera de contención, los cuales voy a tener que pagar para repararlos, por lo que voy a tener que seguir trabajando en las orchard por la eternidad” pensé.


Tiro el freno de mano, con una fuerza descomunal para tan simple acción (mi libertad dependía de eso), y el auto se detiene lentamente a pocos centímetros de la barrera, me salvé de protagonizar el choque en cámara lenta con peligro de muerte más penoso de la historia. Al parecer los motores fallan en cualquier parte del mundo, si tienes suerte, puedes encontrar alguien que te escuche, en otras aprietas el culo y te aferras de lo que tienes.

Me había salvado de pasar cagando barranco abajo, y la barreara de contención estaba en perfecta condiciones, sólo me faltaba descubrir cómo chucha hacer funcionar la transmisión. Así es que ahí estaba, práticamente en la punta del cerro, sin ninguna alma dando vuelta y sin saber qué hacer. me bajé del auto y abrí la tapa del motor. Es chistotoso porqué uno hace eso, si al menos yo no tengo idea cómo funcionan los motores. Como que uno se imagina que el auto se va arreglar tan  solo con ejecutar esa acción o tal vez como si fuera a pasar un milagro a vas a aprender de mecánica en esa fracción de segundo qu te demoras en levantar la tapa. Bueno nada de eso pasó. Moví todas las piezas que puede sin saber qué eran, chutié los neumáticos y hasta le mandé puntetete a la puerta (es todo lo que sé de mecánica). Finalmente descubrí una forma de salir de ahí que no fuera bajando en neutro. Lo único que funcionanaba era la tracción en modo "LO", hermoso! ya no tendría que caminar vuelta a casa. bajé el cerro sin problemas, ahora tenía que llegar a Hastings. La única posibilidad era ir por la carretera. Esta Nueva Zelandia es bien especial, son amantes por velocidad, pero sus carreteras son sólo de una vía. Bueno ahí iba yo, manejando mi cacharro en modo tractor a 40 km por hora en plena carretera, haciendo el mejor taco. Me gané los mejores bocinazos y caras de perro por parte de  los automovilistas.



Fue una buena anécdota para olvidar una difícil semana en las Orchards, el cual tuvo su punto máximo cuando nos cambiaron el tipo de contrato: de Hourly a Contract, es decir de pagar por hora a pagar por árbol.  La presión por producción era insoportable, teníamos a un maorí cronometrando los tiempos y comparando los avances. Negro espútido! Cómo no se daba cuenta que cada fila de árbol era muy diferente de la otra. El problema es básicamente que le ponen un precio por cada árbol que les sacas las flores (esto se hace para prevenir enfermedades de la planta), el tema es que cada fila de árboles puede ser fácil, normal o difícil de acuerdo a la cantidad de ramas y por ende de flores. Esto afecta directamente al tiempo que le vas a dedicar el que finalmente se verá reflejado en tu producción. Pero esto factores no están incorporados al momento de establecer cuánto te pagarán ( por todos los árboles de un bloc pagan el mismo valor) y al final del día sólo ven tu producción, lo dividen por el número de horas, si no haces el mínimo legal (13 dólares por hora)…te echan. Yo por supuesto estaba en la mira. (En parte me acordé de la U, cuando andaba ultra cagao con las notas. Una vez tuve que juntar firmas para pasar un ramo, ya que si todos estaban de acuerdo en que el promedio de calculara de cierta manera a mí me daba el preciado 3,95. Por supuesto, nadie supo que eso me beneficiaba a mí y a otro wn más, al resto les bajaba un par de décimas).

Durante la semana tuve especial mala cuea y me tocaron dos filas seguidas súper complicadas empezando la mañana, tenía al negro de mierda chicoteándome a mí y otro amigo más. Ahí se gatilló la rebelión. Empecé a argumentar que no estaban evaluando bien la situación, que los precios que estaban pagando por árbol no tenían ni un respaldo, que estaban bordeando la ilegalidad con el nuevo sistema de contrato, que no podía ser que te juzgarán con tan pocas horas de observación ya que existía mucha volatilidad, etc, etc. Hubo una gran revuelta, hasta el mismo patrón me fue a hablar para calmar los ánimos, yo intentaba hacerlo entrar en razón, discutíamos sobre lo que ocurría. Muchas veces tenía que callar ya que no tenía el vocabulario suficiente para argumentar mis ideas y en otras ocasiones, simplemente no entendía que es lo que me decían. Mientras ganaba tiempo con esas conversaciones que no llevaban a nada, planeábamos una fuga masiva de temporeros y yo les daba a entender a los patrones que eso iba a ocurrir. (esto ya lo había vivido antes en cierta manera, así es que algo de experiencia tenía en este tipo de situaciones). Al final de la semana se produjo una especie de tregua, en donde bajó el nivel de reprimendas por producción y se notaba una cierta preocupación por la fuga masiva que estaba a un paso de ocurrir, yo a esa altura ya tenía una oferta concreta de ir a trabajar con calabazas (la oferta charcha igual).

Llegó el viernes y tal como lo hacían los indios de fumar su famosa pipa de la paz con los blancos, esta vez los blancos nos invitaron a compartir unas cervezas después del trabajo. Yo acepté a regañadientes, ya que no quería seguir viendo a ninguno de esos weones, esto no va a terminar bien pensé. Me convencieron a que me quedara. Debe haber sido como la tercera o cuarta ronda de chelas, cuando el maorí levantado de raja indio de mierda de la nada me desafía a un gallito…este tipo no era precisamente una mole, pero sin duda su contextura física era más contundente que la mía. Yo no hubiese dudado en aceptar si no fuese por una antigua lesión que me aqueja cada vez que hago este tipo de fuerzas, pero mis ganas por cerrarle la boca en frente a todos fue más fuerte. Acepté. Nadie daba ni un peso por mí, incluso ni mis queridos compatriotas. Usé el viejo truco de “siempre de weón”, me acerqué a la banca simulando timidez mientras todos gritaban y alardeaban. En frente estaba el personaje más odiado y desagradable que he conocido, sonriéndome irónicamente y disfrutando de su inminente triunfo. Tomo asiento, me acomodo bien, chocamos mano con mano, siento un fuerte apretón. Teníamos árbitro y todo el personal del campo mirando y gritando. Dan la partida y empieza el gallito mierda!

En el segundo que siento que la mano del árbitro deja de hacer contacto con la mía, se produce un cambio en 180 grados en mi cabeza, toda mi tranquilidad y serenidad se transforma en una especie de sed sanguinaria, provocó en mí una especie de involución, un síndorme neardertalístico se apoderó de mi persona, mis ojos se desorbitaron y mi sed por destruirlo y humillarlo era lo que gobernaba cada uno de mis movimientos. El negro arremete su primer envión y lo aguanto con cierta dificultad. En un acto arriesgado y lleno de soberbia tomo con la mano libre una lata de cerveza mientras aguanto la embestida. Acabo la cerveza y arremeto de vuelta….su mano toca la mesa y el débil esclavo chileno derrota a su amo. Hubo gran revuelo entre los presentes. Quienes volvieron a sus asientos a disponer a seguir tomando mientras recibía felictaciones o algo así que no tomé atención, no me interesaba en eso momento, no quería paz ni condescendencias; ya habían despertado al demonio, yo iba por más. En mi lógica neandertalística alimentada por exceso de testosterona y cebada, veía una clara forma de salir de la esclavitud nuevamente. Ésta era derrotando al macho alfa, al dueño del circo, algo así como si esto se tratara de una manada de leones en donde tenía que derrocar al líder. Si me deshacía de él, el resto de los gorilas estarían a mi merced. Richard, you are the next! Exclamé. Nadie lo podía creer, hubo un silencio inmediato, quedaron como átonitos, incluso los maoríes más fortachones mostraban una cara de asombro difícil de describir. Se podía sentir una gran tensión bajo el silencio después de mis palabras. Parece que la cagué –pensé- sin embargo disfrutaba de eso.

El gringo sonríe levente e intenta ignorar por un segundo mi desafío, un pequeño gesto en su cara me hace notar que su orgullo se vio fuertemente ofendido. Pude olfatear su miedo,  como si hubiese imaginado lo que pasaría si el pequeño chileno lo derrotara…hasta ese momento mi plan maquiavélico iba mejor de lo pensado, todos me miraban con asombro mientras Richard sonreía irónicamente. Se rompe el silencio y el gringo acepta el desafío. Se desató la locura, un tremendo estruendo por parte de los presentes se deja escuchar. Yo estaba en un tremendo problema, la diferencia de peso era demasiado, sin embargo en mi mente poseída y endemoniada me decía que lo podía derrotar, ya había probado la sangre e iba por más.
Esta vez la contienda fue en la misma oficina, temporero versus patrón, chile versus new zealand. Los 72 kg de este pobre chileno se medían contra los posibles 120 kg del manatí neozelandés, los que se enfrentaban en una forma muy primitiva de lucha en donde se jugababa por sobre todo  algo muy preciado y difícil de obtener en el campo: autoridad y respeto. Todos apoyaban al patrón, pero de alguna manera sentía que algunos querían presenciar la gran sorpresa. Codos en la mesa y mano con mano. Yo veía como le salían cuádriceps desde los hombros en vez de brazos que terminaban en una mano callosa y pesada que hacía que la mía se perdiera dentro de la suya al momento de juntarlas. Ajijo me dije. Empieza la contienda y al segundo estaba en graves problemas, la arremetida fue inmediata y letal, no pasaron ni 5 segundos y estaba en clara desventaja. No había chances de ganar, lo voy a aguantar hasta que al menos se ponga rojo pensé – que no es tan difícil ya que los rucios por lo genral son medios colorados. Yo era una especie de perro loco luchando por aguantarlo, en eso nuestra, negociación de la semana se retomó en es e momento con rpeguntas y respuesta irónicas tales como: Are you happy now Gonzalo? Yes, I love working at the Orchard Richard, everything is so well managed respondí. Mi derrota se dejó caer a los pocos segundos. Me apabullaron, se rieron de mí, perdí frente a todos, se burlaron e hicieron lo que quisieron…fue como una especie de liberación para los testigos de la tensión vivida momentos anterior. Con mi brazo adolorido pero sin admitirlo me disponía a abandonar la oficiana..Gonzalo, lets do it with the other hand! Dice Richard. Estaba de más, era muy clara su superiordad, obviamente el gringo estaba poseído por la misma lógica testerónica que la mía y quería demostrar su superiodad absoluta frente a la masa. Sin embargo, acepté. Me destruyó. Resultado final, tendinitis en ambos brazos para mí y burlas incesantes. Las orchards se transformaron en un infierno.
Los días siguientes se hicieron insoportables producto de las constantes burlas y mis brazos tremendamente adoloridos por la tenditis que me aqueja, la cual debo disimular a cada momento. Estaba en serios aprietos ya que debía seguir produciendo de acuerdo a los niveles que ellos determinan.

Gobernado por ese sentimiento de que estábamos siendo injustamente evaluados y dado que las palabras y la fuerza bruta no eran el camino, me di cuenta que sólo quedaba una última alternativa: los números.


Con esa fuerte motivación me encerré en mi caravan para diseñar un modelo matemático que permitiera simular la producción de los trabajadores de acuerdo a factores como el nivel de dificultad presentados por las filas de los árboles y demostrar la volatibilidad que se puede encontrar de acuerdo al tiempo de observación. Todo esto además puede ser usado para encontrar el precio mínimo que debe pagar la compañía a sus empleados con el fin de asegurarse de que no estarán pagando menos del mínimo legal. Dos días en Excel para desarrollar y pulir el modelo bastaron para encontrar interesantes resultados. El desafío era comprobar que tan predictivo podía llegar a ser y para eso tenía que hablar con Richard y comparar lo simulado con lo observado. Noté que estaba en presencia de mi tercer intento por salir de la esclavitud.

Me costó que me escucharán. Sabía que tenía que hablar directamente con Richard y convencerlo en pocas palabras para que se diera el tiempo de ver el modelo. Mientras calentaba mi comida en el microondas entra el gringo. “Los precios que estas pagando por árboles están subestimados, afirmo. Es más, te puedo apostar que del total de trabajadores al menos 7 no llegaron al mínimo y tuviste que poner la diferencia… - su cara se desfiguró-. Hice un modelo que permite encontrar el precio por árbol de acuerdo a una serie de factores, continué. Me miró como si estuviera haciendo magia. Después de explicárselo me pidió que lo implementara en el computador de la Compañía y que se lo explicara y los mandamases del campo, ahora ellos estaban a mi merced. Ahora que visualizo esta escena la encuentro tremendamente anecdótica, el temporero presentándole un modelo con variables aleatorias a su patrón para discutir sobre  precios y producción- sólo en Nueva Zelandia ocurre esto.

Como resultado del modelo, volvimos al contrato por hora y las presiones por producción individual bajaron considerablemente. Usar la cabeza de una manera totalmente focalizada para revolver el problema me resultó más beneficioso que usar los bicepts… qué antigua lección.





Después de leer esta serie de acontecimientos desde la comodidad del blando suelo de mi caravan y ver la manera que se van dando, me doy cuenta que es  difícil juzgar qué hecho es bueno o malo, ya que el encadenamiento nos lleva a resultados inesperados. Pareciera ser que que te ocurre es lo que es y rápidamente tendemos a etiquetarlos en bueno o malo, y ese es el gran error. Estos dos eventos aislados, están separados por algo que llamamos tiempo. Pero si logras abstraerte de esta dimensión temporal pareciera ser que lo malo es sólo una evaluación sesgada de un acontecimiento que no ha terminado de ocurrir. Como que la cabeza juzga muy rápido, es una especie de negro estúpido de las orchards y no permite ver más allá. Si bien la mente es una herramienta muy poderosa que puede ser usada para encontrar soluciones entre muchas otras cosas asombrosas, muchas veces es la mente quien te usa, transformándose en nuestro único gran enemigo.

“You are not your mind” Eckhard Tolle.

viernes, 28 de octubre de 2011

"Fasta, Fasta!" - Orchards

Al cabo de 3 semanas de intensa búsqueda encontré mi primer trabajo en Nueva Zelanda, en la prestigiosa firma Crasborn Group Limited. Mi cargo: Orchard Hand.

Puta que suena bonito cuando lo escribo! pero en buen chileno, soy un simple peón, un Temporero que trabaja por el sueldo mínimo (13 dólares kiwianos la hora).


El trabajo en estos "Campos de Concentración" -Orchards -  puede llegar a ser bastante duro. No es  que sea un trabajo pesado en sí mismo, pero lo que lo hace agotador es la levantada a las 5:30 am, ya que hay que estar manos a la obra diez para las siete en terreno. A esa hora, la mañana es muy fría, y en medio de estos pasillos interminables de frutales (en este caso manzanos) el  viento corre como por un tubo de Venturi, el que se mete directamente por los tobillos y de ahí sube manera ascendente y acelerada saludando a  todas las partes de tu cuerpo hasta dejar su broche de oro, el buen loro colgando; listo para mandarse la mejor sorbeteada. Esto dura hasta las 10:00 am, porque ahí empieza el otro problema. El Calor.

No entiendo cómo puede haber tanta diferencia de temperatura en un mismo día, en teoría estamos cerca de la costa. La cosa es que a estas alturas de la mañana, empieza el sudor y toda la ropa para el frío: Pantis (sí pantis y qué!), corta vientos, chalecos y capas de agua se hacen cada vez más pesados e insoportables. Es ahí cuando empiezas a empelotarte, dejando de lado tus prendas ya medias transpiradas y comienzas a  embetunarte en bloqueador porque sabes que vas a sentir como el sol traspasa gorro, pelo, cuero cabelludo, - lo bueno es que de paso mata cualquier tipo de ser vivo que tengas en la cabeza ya que la ducha se omite en la mañana - y piel.



Miras la hora…es recién medio día. A esas alturas, te duelen los pies, tus botas están llenas de barro porque llovió en la mañana o en la noche anterior y lo único que quieres es que sea la hora de almuerzo, esos benditos 30 minutos en que te sacas las botas- yo uso unos zapatos viejos que me regalaron - y comes todo lo que preparaste el día anterior para tu colación, en mi caso: Fideos. Claramente no soy al que envidian por mi almuerzo.

Atrás queda el descanso y retomas tus labores cruzando los dedos para que la tarde no haga eterna. Estas en eso, todo cagao y miras para al lado, para ver qué tan hechos mierda están los otros, como si con eso si te fuera a pasar el cansancio o lo que sea. Lo que ves son pieles curtidas, tatuajes, piernas de cuatro toneladas, manos que podrían romper cráneos (si es que ya no lo han hecho aún) y caras sin expresión de molestia alguna trabajando con el mismo short del día anterior y con suerte se sacaron el cortaviento roto que andan trayendo.

“So you are from southamerica bro. You play soccer down there…that is a sport for girls, dancing as a pussy! Have you ever play rugby?” es lo que escucho, jactándose de su rudeza y lo Fuertes que son. Y la verdad, lo son.
El trabajo no se trata de levantar sacos de arena, ni acarreaer carretillas. A mí por ejemplo, me toca corchetar los árboles a un alambre.

Parece relativamente fácil no?

Algunos dirán que estoy alaraqueando. Supongamos que las 10 horas no fuesesn un tema y que el clima dentro de todo es soportable. Está el tema  es la corchetra. Ese aparato infernal pensado para mano de maorí o de kiwi lechón superalimentado jugador de rugby me tenía las manos más acalambradas que secretaria retirada.


El día que me asignaron esa pega, no fui capaz abrir el tarro de mi comida a la hora de almuerzo. Qué pasó... me vio uno de estos gorilas quien gentilmente la despató por mí. Las burlas se dejaron caer al segundo.



Unas de las frases que más he escuchado este último tiempo ha sido:” Hey Gonzalez, Fasta, Fasta!” que inglés  como todos lo conocemos  es faster y la traducción al español sería algo asi como: trabaja maldito gusano debilucho. No es fácil ganarse las lucas y Yo las necesito.


Ese día, mientras corcheteaba después del  almuerzo, y batallaba contra el dolor de antebrazo y espalda dado que tenía que agacharme planta por planta, tenía perfectamente identificado los músculos que tenía que evitar usar. Así es que me las ingenié para crear una postura que usara todo el poder de mi cuerpo para ejecutar la acción de corchetear. Una especie de "arte marcial para corcheteros". Voilá!, fue la solución. Corchetié tan rápido como cualquiera de las bestias que trabajan. Incluso, hice carreras con ellos, aunque ellos no sabían que yo competía . Como cuando uno hace carreras en la calle con los otros autos, pero los otros no saben que tú estas en el Grand Prix con relato y todo en tu cabeza. (Por weón, una vez me pasaron un parte así, por exceso de velocidad :-s )


Por un momento en mi cabeza pasó lo idea de que estaba en frente de un gran descubrimiento y que tenía que sacarle provecho, así es que fui a hablar con Richard, el patrón del fundo.

Ahí estaba yo frente a frente con el gringo, le dije que había desarrollado algo que podía interesarle, un nuevo método que podrría dismunuir los tiempos de corcheteado en sus plantaciones y que mejor aún, incluso mujeres podrían ejecutar este trabajo si es que aplicaban correctamente este método .  Le argumenté lo importante que era estudiar los micromovimientos en tareas repetitivas y el fuerte impacto que podían llegar a tener la optimización de estos en la producción. Personajes ilustres de la revolución industrial como Henry Ford habían sido los pioneros en implementar los therbligs (micromovimientos) de la manera más óptima, y que de ahí, se había empezado a construir el éxito que actualmente conocemos. Dado que esto no ha  implementado como debiese en las orchards, podríamos convertirnos en los revolucionarios de los staples generando la "Revolución de las Manzanas". Le dije: “Richard, imagina hectáreas y hectáreas perfectamente corcheteadas por mano de obra barata y sin síntomas de agotamiento físico”.
Respondió: “Gonzalo, you are drunk” y me quitó la cerveza de la mano. Fin de la conversación. Ahí quedó mi gran negociación por salir de esclavitud.

Yo seguía con la convicción de que mi método era relmente bueno y que podía sacarle provecho. En eso llegó la noche y por primera vez en Hastings, salí a carretear. Milagrosamente había gente en el bar. Después de tomar unos copetes que eran más suaves que un jugo Kapo, me puse a ver como bailaban estos hastinianos. La verdad que eran bien desordenados - algo muy raro y escaso en Nueva Zelanda - y me contagiaron; así es que me puse a bailar. Como lo único que había hecho durante toda la semana había sido corchetear y corchetear por 10 horas diarias, bailé como su estuviese corcheteando.
Causée furor! amaron mi baile, todo el bar siguió mis pasos…en realidad no todos, éramos como tres, conmigo cuatro. Pero habían como ocho en el bar.  Como ya dije, es un pueblo chico.


Si bien este relato parece como cuento de prisionero de guerra, hay que rescatar muchos aspectos muy buenos. Hay cosas impagables como: trabajar escuchando el cantar de los pájaros, ver las abejas extraer el pólen de las flores de los manzanos o sentir el viento en la cara como acariciándote cuando tienes mucho calor. Trabajar con  seres vivos, aunque sean plantas tiene un tremendo encanto. Encargarse de su crecimiento y asegurarse de que lo hagan de manera correcta para que se vayan derechas en búsqueda de luz y así se expandan con ramas llenas de frutos y hojas, cuidarlas de enfermedades e ingeniárselas para que estén provistas de agua para sus raíces, me parece que es una noble tarea. En cierta manera creces junto con ellas. Siento que trabajar mano a mano con la naturaleza tiene un encanto muy difícil de explicar y tal vez de entender para quienes nunca lo han hecho. También logras darte cuenta que la vida pueda llegar a ser muy simple y que es posible vivir mejor con cada vez menos, que es más importante el "Cómo lo haces" más que el "Qué haces". De lo importante que es estar absolutamente presente en el momento que estás viviendo (cuando se ha visto una planta estresada) y desde ese punto tomar las acciones necesarias. Llegué a la conclusión que lo más importante es aceptar lo que vives, viviendo el instante intensamente y desde ese estado de alerta y rendición a la realidad presente, tomar acciones. Pareciera que fuese una manera sesgada, pero no es en absoluto.

Es tal lo hace un escalador en solo (los que escalan sin cuerdas). Estos tipos están absolutamente presente en cada instante, en cada acción que realizan; ya que de lo contrario podrían caer. Viven intensamente cada segundo, sin pensar más allá que en un movimiento...y el resultado final, llegan a la cima como consecuencia de sus acciones.




sábado, 22 de octubre de 2011

Teach Us!


Semana 3: Hasta luego Auckland, Tiembla Hasting.

Atrás quedó Auckland y  su copa del mundo, que por muy apasionados que sean los kiwis por el  rugby, no existe comparación alguna con la fiebre del fútbol en Sudamérica.  Yo me pregunto si será por la idiosincrasia de estos anglosajones  que viven la pasión de este deporte de una manera muy contrala. La ciudad es una tasa de leche, a pesar que  existe todo un aparataje mundialero dispuesto para los fanáticos y visitantes, desde la famosa pelota de rubgy  con un show adentro y todo hasta un galpón con pantalla gigante para ver los partidos y tomar cervezas. No obstante, existe un orden impoluto y no siento la efervescencia de un mundial.

Atrás quedó mi paso por el cine y modelaje, las entrevistas y las fotos que me tomó la mijita rica, quien exclamó que yo era perfect para un programa que se filmó justo la semana anterior. Bitch! Aunque igual la perdono. Hollywood tendrá que esperar.

Shamrock Boxing Club y mi paso por el Golf, lejos mis mejores recuerdos junto con  los personajes que conocí a los cuales les tomé mucho cariño: Ignacio y Belén de Gantz, con los que batallamos contra sendas tormentas armados de nuestra parrila de 20cm por 20 cm, toneladas de fósforos y parifina, todo lo necesario para hacer la mejor bomba nuclear, sin embargo no conseguíamos hacer las brasas para tirar las preciadas entrañas que Ignacio especialmente había mandado a cortar en el Súper ya que en este país no existen, la hacen carne molida. Yo con el hambre que tenía hasta masticada las hubiese engullido.

Fueron sólo dos semanas, pero me costó irme. Extraño a mis nuevos amigos y a la escuela de box donde creé fuertes lazos . Ya era hora de de partir, volveré el 2012, ahí será por la puerta grande.


Ahora estoy en Hastings (al sur de Auckland, en la Isla Norte), vivo en un camper como un gitano, pago 65 dólares la semana, sin internet, cocina ni baño. Cago y meo en el patio. Me como los mocos y me cuelgo a internet desde el Mc Donalds. Tengo un buen amigo acá, se llama Pepe, también mea y caga en el patio. A veces tomamos cervezas juntos.



El primer día que llegué acá, salí a caminar por el pueblo, esta cuestión es más tranquila que el Viera con sueño, lo único que lo hacía emocionante es que ya habían pasado más de dos semanas y yo seguía sin encontrar trabajo por lo que mis ahorros (que en realidad es una deuda) decrecían exponencialmente. Dentro de mi aburrimiento, decidí caminar en cualquier dirección con el fin de perderme, para hacer más entretenido el día. Lamentablemente eso no me resultó, porque la cagá de pueblo, tiene dos callles y listo, así es que por primera vez sabía donde estaba. Así fue como llegué  a la intersección de las calles King con Queen (qué romántico) y para mi sorpresa encontré una tremenda academia de Karate que además tenía Taekwondo, Muai Thai y Kick Boxing. "De aquí somos" dije.



Entré cagao de susto, sin saber con qué personaje de las guerras de las galaxias  me iba a encontrar esta vez. En eso aparece una mujer, la más intimidante que he visto. Más alta que yo, con más espalda y tal vez más ronca que yo; con el pelo bien tomado un pantalón blanco de la selección de Taekwondo y un polerón con gorro. Sin embargo resultó ser la mujer más dulce que he conocido.



-          "Quiero entrenar Muai Thai, dije.
-          Has entrenado alguna arte marcial antes, preguntó.
-          Sí, Capoeira…
-          Teach us! Respondió".

Así fue como el mismo día que llegué a Hastings, figuraba en frente de 50 personas, la mayoría niños de 13 años, todos cinturones negros, y uno que otro adulto ninja adolescente también. Todo ellos siguían mi clase improvisada después de una pequeña charla sobre la historia y fundamentos de esta bella arte...





Así fue como me convertí en una especie de rockstar de Hastings, o más bien un Justin Bieber de Hastings, aclamado e idolatrado por una manga de pequeños ninjas quienes me desbordan con entusiasmo y sus cara se desfiguran de alegría cada vez que me ven entrar a la academia. 
Como mi nombre es muy complicado para ellos, me llamaron Speedy, como Speedy González.

Jugando Golf el Roto


Creo que nunca antes había estado tan pobre. Cuando programé este viaje, tenía un tremendo presupuesto dado que las acciones en la bolsa europea iban a ser grito y plata, por lo que pse todos mis ahorros y hasta me pedí un crédito para ganar unas lucas más. Con eso "la hago toda" dije. Que pasó, Crisis! la eurozona se fue a la mierda y aquí estoy en Auckland sin ningún mango.


En mi búsqueda por comida, fui a caer a la casa de unos kiwis para ver el partido de rugby, yo sólo pensaba en comida mientras estos veían el partido. Estaba en eso cuando me invitan a jugar golf para el día siguiente. Yo nunca había jugado antes, pero me pareció que podía ser una buena oportunidad para hacer contactos, o algo de fotografía o al menos hablar algo de inglés. Acepté.

Me prestaron todo lo que necesitaba, yo lo único que hice fue ir con mis bombachas de gaucho que era lo más parecido a un atuendo de Golf que tenía (después me di cuenta que así era como en los años 30, porque ahora por lo que vi , juegan con short). Lindo me veía, vestido a lo Tribilín.


El golf puede llegar a ser bastante apasionante, requiere de mucha concentración en un solo movimiento y por alguna razón, se me hizo muy fácil aprender. Después del 7 hoyo, derroté a mis maestros, dicen que en dos horas logré tiros que a ellos les habían tomado 2 años en ejecutarlos. Yo simplemente le pegaba.

Ahora me adoptaron como partner oficial y uno de ellos me está haciendo contactos para encontrar trabajo. Golf y negocios, una fórmula que se da en todos lados.

The Chilean Man


Como buen inmigrante que soy - porque de la visa más que Working Holiday ha sido la Working Surviving -  me he estado moviendo por los suburbios de Auckland (que la verdad no tienen comparación con los barrios pobres que conocemos), en donde mi caminar me llevó a una mítica academia de Box, The Shamrock  Boxing Club, metida en medio de unas fábricas subiendo unas escaleras. Cuando la vi, tuve que entrar y con cierto miedo abrí la puerta...



... Lo primero que escucho fue un fuerte vozarrón con un marcado acento:
- "are you coming to fight ya!?" era Ron, un viejo boxeador irlandés radicado en Nueva Zelandia.
- Con cierta timidez respondo, sure!

En pocos segundos ya estaba vendado y figuraba trotando por las calles con los seres más raros y feos del planeta: un indio panzón, un tailandés cara de malo, un kiwi pinta de nazi y el Tongano.

A pesar que estaba un poco fuera de forma, no me tomó mucho tiempo para adaptarme al entrenamiento. Empecé a soltar golpes y moverme por el ring, estos mutantes con forma de barriles, diseñados para ir al choque no estaban acostumbrados al estereoptipo sudmaricano. Así fue que con picardía y soltura, les fui pintando la cara una a uno....me llamaron The Chilean Man.



Iba todo bien, hasta que al frente me pusieron al Tongano. Nunca supe como se llamaba, porque el tipo  no habla. Eso ya me hacía pensar que la cosa no iba a terminar bien. Pienso que yo lo llegaba hasta el hombro y cada una de sus piernas deben haber pesado lo que yo peso. Yo lo único que quería bajar del ring, pero Ron quien me tomó mucha estima me alentaba y me daba consejos para enfrentar a la mole. 

Saqué todo el flaite street fighter made in Chile que tengo, poco me faltó para escupirle y chorearle la billetera. Para mí se trataba de matar o morir, para el isleño yo debo haber sido un simple zancudo. Y ahí estábamos: Yo fintiaba, esquivaba, solté jabs cross y otros cornetes que inventé en ese momento; si no hubiese tenido los guantes hasta rasguños le hubiese tirado. Después de recibir unos buenos ganchos en el estómago, que me dejaron los ojo como huevos fritos sonó la campana. No sé en que round íbamos ni menos cuánto tiempo había pasado, estaba listo para la foto, ya no podía más de cansancio y mi cuerpo estaba torpe y no respondía bien. Fue ahí, entre esos enredo de piernas y moviminetos torpes que le paso a pisar el pie o más bien la lancha del Tongo y plumm le tiro un combo seco al pecho. Éste perdió el equilibrio y se fue contra las cuerdas. Nadie notó que pisé su pie, todo creyeron que mi puño fue letal. El Tongano se acerca, y escuché sus únicas palabras: Congratulation Chilean Man.




Kiwi Land - Auckland - Nueva Zelandia

Ya Llevo una semana en Auckland y todavía todo es confuso. Aún no he aprendido a cruzar la calle; claramente es muy complicado desaprender y dejar de lado reflejos precondicionados al momento de ver que los autos se me vienen encima por la dirección "contraria". De las horas de sueño y comidas ni hablar, estas 16 horas de diferencia con la madre patria no me dejan pasar de las 8 pm sin estar como un zoombie buscando mi cama. Los hábitos alimenticios son bastante diferentes también, son secos para la hamburguesa y tienen una fuerte influencia de los orientales e indios por los que esos condimentos no están haciendo que padezca de tránsito lento precisamente en mi digestión  :-s .

Sin embargo, ésta es una tierra bastante amistosa. Me sorprende la amabilidad de los "kiwis" y lo felices que se ven, noto una gran diferencia con Santiago; allá más que vivir hay que sobrevivir día a día.

Recuerdo que el primer día que puse un pie en la city (centro de Auckland), todavía con mi mochila viendo el plano de la ciudad, gentilmente puesto para los extranjeros, y me preguntaba donde chucha tenía que tomar el tren. En eso se me acerca un carabinero, mi primera reacción fue de ponerme a la defensiva preguntándome que había hecho mal. Sin embargo, este amable personaje se acercó simplemente para saber qué necesitaba. Cuando le expliqué que buscaba una dirección, no dudó en acompañarme hasta el mismo tren para que no me perdiera. Increíble.

Auckland es una ciudad bastante moderna y muy cosmopolita, en donde se puede encontrar desde oficinas de Microsoft hasta tiendas de Louis Vitton; sin embargo, no  deja ser pequeña y muy agradable. Me sorprende las semejanzas con el sur de Chile. Muchas veces me siento como si paseara por Valdivia, con la diferencia que acá todo es limpio y funciona. Incluso ese mítico botón de los semáforos para cruzar la calle!