Sin embargo, ésta es una tierra bastante amistosa. Me sorprende la amabilidad de los "kiwis" y lo felices que se ven, noto una gran diferencia con Santiago; allá más que vivir hay que sobrevivir día a día.
Recuerdo que el primer día que puse un pie en la city (centro de Auckland), todavía con mi mochila viendo el plano de la ciudad, gentilmente puesto para los extranjeros, y me preguntaba donde chucha tenía que tomar el tren. En eso se me acerca un carabinero, mi primera reacción fue de ponerme a la defensiva preguntándome que había hecho mal. Sin embargo, este amable personaje se acercó simplemente para saber qué necesitaba. Cuando le expliqué que buscaba una dirección, no dudó en acompañarme hasta el mismo tren para que no me perdiera. Increíble.
Auckland es una ciudad bastante moderna y muy cosmopolita, en donde se puede encontrar desde oficinas de Microsoft hasta tiendas de Louis Vitton; sin embargo, no deja ser pequeña y muy agradable. Me sorprende las semejanzas con el sur de Chile. Muchas veces me siento como si paseara por Valdivia, con la diferencia que acá todo es limpio y funciona. Incluso ese mítico botón de los semáforos para cruzar la calle!
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