Soon this place will be too small...

Soon this place will be too small...
Chiloé - Camino a Detico

jueves, 11 de octubre de 2012

El Misterioso Caso de mi Computador Perdido - Puluau Penang - Malaysia

Mayo, 2012.

Después de mi paso por la jungla, en donde  los animales más peligrosos con los que me encontré estaban en la de selva de cemento; crucé a Malaysia. La ciudad, Penang. Mi objetivo era claro, comer y comer bien. 

Esta ciudad de casi 500 años de antigüedad es famosa por su tradición culinaria, en donde los mercados nocturnos se combinan con aromas y sabores, un caos sensorial exquisito. 

Puluau Penang ,está ubicada en un lugar estratégico al norponiente de Malaysia peninsular, el cual despertó el interés de los conquistadores de antaño, en especial de los ingleses; cuya ubicación les permitía impedir la expansión de los Holandeses en Indonesia (Sumatra, la cual se disputaban tanto holandeses como portugueses), y controlar el tráfico entre India y China. Con esto se fundó Georgetown, que actualmente es patrimonio de la humanidad según la unesco. En esta ciudad se aprecia un combinación única de arquitectura de oriente y occidente. Esta extraña mezcla, se refleja también en su variada cocina. Para mí, era el lugar para satisfacer mi hambre acumulada.

                                           Fotografías: Georgetown, Puluau Penang, Malaysia, 
                                                                                            Mayo 2012.

A la hora del mercado no sabía por donde empezar, calles llenas de gente, mesas, idiomas, olores. No entendía ni como pedir un vaso de agua. Todo era tan dinámico, que incluso lo disfrutaba, a pesar que todavía no le echaba ni un candy a mi estomago. La situación no cambió mucho con el tiempo, había tanto que elegir, que no supe qué comer...terminé comiendo los mismos noodels de siempre.
A veces tantas opciones, te bloquean y te quedas con lo más conocido, sin necesariamente ser lo más sabroso... me atrevo a decir que no soy al único que le pasa esto y por lo que me di cuenta, no sólo me ha pasado al momento de escoger qué comer... Y como dirían los del canal TNT:  "Pasa en la películas pasa en la vida real".

                                                  Fotografía: Cuba street,Wellington, New Zealand, 
                                                                                            Septiembre 2012

Mi paso por esta isla fue fugaz (unos 3 días), sin embargo lo recuerdo como un lugar especial dentro de mi viaje. Aquí fue donde perdí mi computador, con mis fotos, echo con el cual me cuestioné seriamente si siguiría viajando.

Todavía no entiendo como sucedió realmente, con el tiempo he formulado diversas teorías. Pienso que la versión oficial y más probable es la siguiente:

Era justo el día que abandonaba la ciudad y me dirigía al aeropuerto a tomar uno de los pocos vuelos que me embarqué. Tomé el bus local y me senté en la ventana, al lado mío no se sentaba nadia a pesar que el bus se llenaba cada vez más. Nadie quería tomar ese puesto. Pensé que yo estaba ediondo, así es que me eché una revisada piola: mano debajo de la polera mientras uno hace como que mira por la ventana, dedos bajo el ala sin que nadie vea y después, el acto satánico de llevárselo a la nariz para testear. No, estaba todo en orden. mmm raro pensé.
Bueno miré detenidamente el asiento, y noté que en la parte superior, tenía un flamante babón, osea un escupo, el cual con el paso del tiempo se deslizaba cual caracol por la superficie del asiento.No sé por qué, me dio por hacer mi buena acción del día y decidí limpiarlo. No pude escoger un tarea más asquerosa que esa. En fin, sabía que en mi mochila, donde guardaba también mi computador, tenía papel higiénico. La abrí, saqué el papel, limpié el babón que me separaba de la sociedad, lo guardé y cerré la mochila, fin. Cuando ejecuté esa acción, noté algo raro. La mochila no se veía tan llena como debía estar. La abrí de nuevo y vi que no estaba mi computador. Ahí fue cuando pronuncié las palabras para el premio nobel de literatura: Conchetumaaaare!!. 
Entré en una especie súper cólera, salté arriba del ser humano a quien gentilmente le había limpiado el asiento para que se sentara, y básicamente me tiré por la puerta de la micro que se estaba cerrando y empezando a andar. Según yo lo había dejado tirado en la hostal. - En este punto es donde considero que cometí el error, ya que hay estudios que señalan que se deben esperar al menos 5 segundos, antes de ejecutar la acción. Por ejemplo, google ha habilitado un botón que permite detener el correo electrónico enviado en un lapso de 5 segundos después de haber presionao send, dada la cantidad de errores al momento de preciparse y mandarlo. Esa pequeña fracción de tiempo ha permitido a usuarios darse cuenta de errores cometidos. Peter Bregman (http://peterbregman.com/about/) en su libro:18 minutes, Find Your Focus and Master Distraction, señala la importancia de las pausas y la toma de decisones. Para él estos 5 segundos debieran ser incorprados en nuestro día a día. Lo que esYo, todavía no leía ese libro. 
Lo poco que recuerdo, es que la gente se sorprendió mucho de mi reacción, más aún cuando de seguro me vieron corriendo cruzando deseperadamende através una mega calle sorteando autos para llegar al bandejón central.
Recuerdo que corría intentando encontrar un taxi en dirección opuesta a la que iba, pero también tengo la visión de que el bus donde yo estaba, se había quedado detenido por un momento. Finalmente cogí el taxi y me fui del lugar. Yo me imaginaba que iba a ser como las películas, así es que le dije: to the Hostel! por supuesto que el pobre taxista no tenía idea en cual hostal estaba yo, y con la suerte que me tocó que mi conductor era medio ciego. Unos lentes de botella que parecían, frascos de abuela, esos donde guardan las galletas. El Mister Magoo, que me tocó de taxista se fue más lento que un bolero y más difícil fue explicarle el lugar, ya que según yo era medio sordo. Finalmente llegué a la hostal, con la esperanza de que me estuvieran esperando con el compu. "I saw when you put in your backpack" dijo el recepcionista. Quedé en shock, lo había perdido. Estuve en ese estado, todo un día y tal vez más.

Qué pasó finalmente, mi hipotesis es que fui victima de una jugarreta mental. Del fenómeno conocido como False Memorie, que de acuerdo a estudios realizados por científicos de la Universidad de Muenster en Alemania afecta al 25% de las personas. Esto hace relación a las situaciones en que recordamos haber echo algo que en realidad nunca ocurrió, por ejemplo apagar el gas de la cocina, o en mi caso haber dejado el computador sobre la mesa de la recepción. Bueno en Chile, el nombre científico para quienes padecen semejante comportamineto lo llamamos: Pajarones! o coloquialmente: aweonaos.

Me pastelié, que más puedo decir. Seguramente saqué el computador, lo dejé a un lado limpié la asquerosidad y después cuando no vi que estaba en el bolso, me sulfuré. Ahora yo me pregunto que habrán pensado y resto de las personas que iban en ese bus? 
vieron a un tipo buenmozo (como yo). Ya está bien, vieron a un flacuchento con cara de pakistaní, que saca de una mochila una un artefacto envuelto en una funda negra, lo deja entre el asiento y la ventana de un bus repleto de gente en la parte de atrás y salta sobre los pasajeros y se tira de bus prácticamente andando, corre entre medio de la carretera, cruza desesperadamente y se sube a un taxi. Bomba! seguro. Por eso pienso yo que el bus se detuvo por un momento, tal vez desaté el pánico. quien sabe. 

Ahora me siento afortunado de que no me hayan baleado, este fue una caso anecdótico, pero han ocurrido tragedias, como por ejemplo, el de Jean Charles de Menezes quien fue víctima de un error policial, producto de especulaciones, malos entendidos y reacciones que se catalagaban como sospechosas. Desafortunadamente, él acabo sin vida, espermos que se haga justicia (http://www.justice4jean.org/)

** Bibliografía:
1.- Train Your Brain To Get Happy, Teresa Aubele, PHD, Stan Wenck, EdD, and Susan Reynolds
2.- 18 Minutes Find Your Focus Master Distraction and Get the Right Things Done, Peter Bregman.








No hay comentarios:

Publicar un comentario