Soon this place will be too small...

Soon this place will be too small...
Chiloé - Camino a Detico

domingo, 27 de julio de 2014

24 de marzo 2014 - Dificultades del Camino

3 meses han pasado desde la última vez que pude escribir (al día de hoy ya han pasado 4 meses más), todo esto a pesar que he definido esta actividad como mi primera prioridad...entonces ¿Qué he estado haciendo durante este último tiempo?
Sobreviviendo a mi hermano básicamente. Pero si lo veo desde un punto de vista más positivo, puedo decir que he estado forjando mi camino hacia transformarme en un maestro del Aikido. Sí, he decido usar la fuerza de mi oponente a mi favor, bueno en mi caso, los cagasos de mi Nicolás en historias, con el fin de poder avanzar. Es hasta medio paradójico, ya que me ha costado más llegar a escribir sobre Mongolia, que llegar allá...

Providencia 2244, Depto 51, Santiago de Chile
Area 51 - Año 2011
En todos los lugares que he vivido, por muy desordenados y bulliciosos que puedan haber  sido mis compañeros de techo, sin importar cuantas ollas de porotos hayan tirado por la ventana para sacar el olor rancio de manera express,  nunca me tocó haber sido el más buscado por la junta de vecinos o por  el presidente de aseo y ornato, y cuantos otros cargo para viejos ociosos que existen en los condominios de edificios, ni menos  de estar amenazado de ser demandado por un vecino que afeminadob histérico porque sus zapatos se hubiesen dañado, mmm bueno y las puertas de su closet, unos remedios para su histeria y los muros..parte del piso también .

¿Cómo fui a caer en esta situación? la fórmula secreta requiere de gotas de agua y una respuesta polícamente incorrecta, para detonar el desastre. Bruce Lee tenía razón cuando aconsejaba a sus alumnos diciéndoles "be like water" para derrotar a sus enemigos, porque a mí me dejó con bruxismo, más unas buenas  canas que salieron en tiempo record y la billetera peleda tratando de combatir a estas escabullidas gotas de aguas que iban a parar directamente al closet del vecino de abajo, arruinándole toda su colección de finos zapatos, junto con su ropa, muebles entre otros artilujios ya mencionados. Nicolás tenía una filtración desde su baño. Yo, un gran problema.

Cuando el danmificado ser del piso de abajo vino a notificar que su pieza estaba siendo inundada producto de la actividad acuática del baño de mi hermano, éste subió a constatar inmediatamente dicha situación. Quien le abrió la puerta, Nicolás. El angustiado hombre le relató los hechos, en donde en la lógica de mi hermano pasó el siguiente pensamiento: son las 11 pm, las goteras están en su depto, este gallo es un desubicado al venir a esta hora. "No es mi problema" respondió, y le cerró la puerta.

Todo lo que vino después de eso fueron problemas. Entre que nos querían demandar, que los del edificio nos querían hacer pagar a todos los vecinos por la fuga para que supieran que era nuestra culpa y Yo tratando de encontrar el hoyo de la cañería  con el clásico gasfiter made in Chile. Entre que no venían, cancelaban horas o llegaban hasta 6 horas más tarde de lo acordado, ninguno era capaz de dar una solución. Cada cual llegaba con un método más chanta que el otro para detectar goteras. Finalmente el más genio de todos, pronunció la frase más temida por cualquier dueño y/o arrendatario que viva en este país: "Hay que entrar a picar" - no conforme con eso, hay que levantar el piso flotante. Esto no podia ser bueno, sin embargo accedí. Cuando ya estabamos con el piso flotante enrollado y apiñado en u rincón cual rollo de papel higiénico, al brillante maestro de las fugas de agua se le ocurre chequear la llave de paso...voilà problema detectado. Había que cerrar ese simple dispositivo. 3 semanas transcurrieron antes de detectarlo, 3 semanas en que estuvimos que estar con el agua cortada y en las que vivía en constantes encontrones con sheriff  vecinales, mientras a mi hermano se le ocurría la genial idea de organizar clases de tambores en el balcón de la casa, justo en la cabeza de nuestro sensible vecino afectado.

Cataratas del Niágara de Ñuñoa, Chile
Al día de hoy su depto ya no se parece a las cascadas del Niagara, más bien luce como el amazonas, porque a los muros le han salido hongos y las puertas de los muebles seguro que no deben cerrar producto de la hinchazón por la humedad. Como consejo de vida, sugiero aguachar a un gasfier, te pueden salvar de ir a la cárcel.

Todo este tema me ha tenido algo alejado de las letras, afortunadamente mi hermano se ha ido de viaje y me ha dado un descanso...o así lo creía hasta lo que me contó dos días antes de irse: "Gonzalo, hoy día cuando iba en el metro, vi a una tremenda gringa con mochila y un mapa, me acerqué a ella para ayudarla. Me contó que estaba de intercambio y que buscaba un lugar para hospedarse. Como yo no estaré por dos semanas, le pasé las llaves del depto para que viva en mi pieza...". Así es como ahora vivo con una alemana de 1,85 en mi casa y Edgardo, el pequeño humano que sigue habitando en el sofá por varios meses... ah y el gato que no para de rajuñarme. Así fue como pasé de tener un lindo escritorio en el living con vista a todo a Santiago, a estar apiñado en la esquina de pieza pegándome cabezazos mientras duermo con la esquina del escritorio que queda tremandamente ajustado a mi cama.

Con todo esto ya he olvidado cuál es el afán de escribir. Me alegra saber que he aprendido a conocerme, porque sabía que esta pregunta llegaría en algún momento. Me sorprende que la efervescencia de los primeros momentos se acabe o se cuestione en algún momento del tiempo. Lo que normalmente me ocurre, es que olvido cual era su importancia, o que le pierdo el sentido a la actividad que sea y la dejo de lado. Una vez que pasa el tiempo, me reencanto y me cuestiono el por qué la abandoné y me arrepiento de decisiones pasadas, retomando con fuerza para recuperar tiempo perdido, para caer una y otra vez  en este círculo vicioso. Y es así como he ido sobreviviendo a mi mismo por casi 32 años, enfrascado a ratos en este ciclo, el cual precisamente he encontrado un pequeña salida escape, la que es paradójicamente a través de la escritura.

Plasmar experiencias no tal como ocurrieron, sino tal como se vivieron, dejando de lado por un rato la objetividad y traspasando emociones y sensaciones a las páginas escritas. Es increíble que a pesar que escribo de mis propias experiencias, nunca sé donde va a terminar. Ese solo hecho ya es gratificante. Por otro lado, permite ver las situaciones vividas desde las alturas, como un observador de sí mismo, me encanta imaginar que existe una voz en off dentro de mi realidad recreada relatando los sucesos. Con esto y  una visión más amplia y neutral que se da a través de la escritura, es más fácil detectar lo bueno, lo que alguna vez te cautivó y fascinó para dejarlo ahí reposando, como conservándose en alcohol esperando ser redescubierto en momentos cuando las cosas son más confusas. También es una gran herramienta para materializar los abstractos pensamientos que sólo existen en un espacio desconocido y toman forma y se inmortalizan a través de las letras. Si estos pueden llegar a unas hojas de papel con una portada, para poder echarme viento o servir de soporte para una mesa coja, eso me haría más feliz que a mi hermano haciendo una batucada en el departamento o que a Edgardo durmiendo en una  cama....o si estas historias son capaces de hacer a otros viajar,  ver una minúscula parte del mundo que nos toca vivir y robar alguna que otra sonrisa producto que los relatos hacen sumergirse profundamente en la realidad construida con cada una de las palabras, eso me haría más feliz que flaite con pitbull. Y si esta abstracta aventura, basada en recuerdos y fotografías, logra inspirar a otros y envalentonarlos a tomar decisiones incomprendidas y arriesgadas, pero que buscan encontrar lo verdadero en cada lugar y ser; eso me haríae tan feliz como Bob Marley  en Uruguay.... y si llegase a publicar este libro  y lo vendiera a más personas que no sean mi mamá y mi abuela, eso me haría más feliz que  a McGiver en el Homecenter , pero seguiría siendo pobre, porque no conozco a nadie que se haya hecho millonario por escribir libros caseros. Además tendría que competir con Papelucho Explorador y no hay forma de ganarle en éxito de taquilla al único libro que he leído. De todas maneras donaría los fondos...al fin y al cabo, así fue como todo esto empezó. Queriendo hacer un libro fotográfico en mi paso por la reserva de orangutanes para aportar fondos a su preservación. Perdí las fotos, no las intenciones, las mismas que alguna vez me hicieron llegar a la perdida e inexplorada Mongolia.

Mongolia is Empty.

Mandal Gobi - Mongolia
Julio 2012
Where are you going chilean? pregunta el inglés con su soberbio tono monárquico en una relajada tarde de hostal en Beijing. Mongolia, respondí con absoluta convicción. Why there? replica altaneramente extrañado, Mongolia is empty, reafirmó. Las risas de comensales de nuestra internacional mesa estallaron. Noruegas, más ingleses, canadienses y una polaca conformaban el festival de la risa burlesca del solitario viajero, en cierta medida les molestaba mis ganas de seguir avanzando, dado que con el sólo hecho de haber sido capaz de llegar a China, existía secretamente en todos los contertulios un cierto conformismo de estar ahí. Que yo despreciara eso tan abiertamente parecía incomodar e invalidar los esfuerzos realizados. Una extraña sensación predominaba en la mesa.

That is exactly the reason. ¿Cuántas veces tenemos la oportunidad de viajar a un lugar que está vacío? Neil Armstrong seguramente pensaba lo mismo que yo al momento de ir a la luna. Las risas cesaron súbitamente.
¿Te estas comparando con Neil Armstrong?, apela el inglés- como tomando un rol de presentador de programa de TV. Exactamente, caminar por el país menos poblado del mundo, donde por cada habitante hay 40 cabezas de equinos, en un país donde el desierto es adornado por curiosos camellos, donde lobos y gacelas se desplazan libremente por las planicies junto con grandes ventiscas de aire provenientes de la fría Siberia, lo suficientemente heladas para congelar el tiempo y mantener tradiciones de caza y lucha de grandes guerreros de pueblos nómades juntos con sus cánticos ancentrales, es algo tan increíble como llegar a la luna, no lo crees mi querido watson, respondí. Yaa seguramente mi respuesta en ese momento no fue  tan bacán como la escribo ahora, pero eso quise decir:
Mongolia
Julio- Agosto 2012

Zamin Udd - Mongolia
Julio 2012
Largas horas de tren, que a la fecha no podría precisar tomaron hasta llegar a Ulaan Baatar, las cuales no estuvieron exentas de pormenores, desde que me tocó cargar cajas de los que serían mis compañeros de asientos, ya que si no, no podría usar mi puesto hasta trabas en la frontera ya que la policía china me quería negar el acceso por el estado de  mi pasaporte ya que un elefantito tiempo atrás me proporcionó una espontánea ducha usando su trompa, lo que dejo mi pasaporte como cuaderno de  niño problemas.

Tren de Zamin Udd a Ulaan Baator, Mongolia
Julio 2012
Tren de Zamin Udd a Ulaan Baator - Mongolia
Julio 2012
La verdad que nada de eso importaba, ni el olor a pata de chinito iba a ser posible de empañar la emoción de ir adentrándose dentro de estas tierras. Recuerdo que en mi portátil veía un documental sobre el Gobi y por la ventana miraba como nos adentrabámos a los mismos territorios mostrados en mi la pantalla. Estaba viviendo un sueño, de esos en que el insomnio es algo que no se debe combatir.





Ulaan Baator - Mongolia
Julio 2012
Finalmente en Ulaan Baator, la meta más lejana jamás pensada, el lugar que ni siquiera me atrevía a soñar conocer, me acariciaba la planta de mis pies. Había llegado a la capital de mis sueños, el cual divergía bastante a como lo pensaba que sería. Una vez más el viaje recién empezaba ahí.
Ulaan Baator - Mongolia
Resulta que esta misteriosa ciudad, era mucho más moderna y cosmopolita de lo que jamás hubiese imaginado. Su economía basada en la extracción de cobre y la cercanía con China, ha generado un fuerte movimiento en torno a este mineral, donde han proliferado las calles pavimentadas, edificios, confusos semáforos, hoteles, restaurantes y tiendas de lujo. Su entorno un tanto árido y estilo minero, me invocó a imaginar que debe ser muy parecida  a nuestra nortina Antofagasta. Con el tiempo, empezaría a notar grandes similitudes con Chile.
Ulaan Baator - Mongolia
Una vez que se pone un pie en una ciudad desconocida, no queda otra que empezar a caminar. La prosperidad de esta ciudad, jugaba en contra a mi limitado presupuesto por lo que tenía que explorar antes de que cayera la noche, mientras tanto me deleitaría con una pincelada de sus singulares habitantes y pintorescas construcciones con notoria influencia de la Rusia comunista.

Daily Life in Ulaan Baator
Julio 2012
Ulaan Baator - Pasaje de la Hostal
Distrayéndome en  cada esquina, pero guiado por mi presupuesto, llegué a la dirección donde me hospedaría. El ahorro a estas alturas debía ser el máximo, dado lo inesperadamente caro que resultaba este minero país, lo que una vez más gatillaría tener que poner de mucho ingenio y picardía para poder seguir adelante. Mongolia es un país enorme y sus carreteras se pierden en los límites de la ciudad, para dar paso a pampa, desierto, montañas y praderas. Básicamente no existen medios de trasnporte público que permitan desplazarse grandes distancias, dado que la conexión es nula.

Caminos de Mongolia

La única forma de hacerlo, es arrendando un vehículo 4 por 4 el cual debe venir con chofer local, lo que lo hacía impagable para mi bolsillo. Lamentablemente esto no es opcional, ya que otro detalle importante es que en medio de las pampas no existe gasolineras, ni señales éticas que indiquen el camino, sólo existe la buena voluntad de los nómades para que te conviden bencina y toda la suerte y paciencia que puedas llevar para que uno de ellos pase por donde te quedaste tirado.

Provincia de DunGobi- camino a la localidad Mandal Gobi - Mongolia
Agosto 2012

Por supuesto que no tenía plata para poder arrendar algo como eso, así es que mi opción era llegar hasta donde un bus local me pudiera llevar. Para mi gran fortuna, justo se llevaría acabo un Nadam en una localidad cercana, que son como las olimpiadas mongolas itinerantes. Por fin vería a los grandes luchadores y todas sus tradiciones ancestrales de caza.

Nadaam, águilas de caza, Mongolia.
Mientras me abría paso para esperar las luchas, veo uno de los símbolos de Mongolia, las aves de caza de los Kazacks. Mi emoción era máxima. Titubié al momento de acercarme, pero aproveché la oportunida de tomarla. Jamás sentí tanto poder, era  como si sostemiera un arma perfecta. Un Diseño implacable, resultado de la evolución natural, para conformar una letal combinación de plumas y garras. Mi corazón palputaba fuertemente.

Lo que no se vio en esta foto, es que el pajarraco pesaba 10 kilos y  derrepente empezó a aletear y a moverse raro, lo que no dejó indiferente a los transeúntes del lugar:  por un momento sentí que me transformaría en alpiste y terminaría siendo regurgitado para laimento de polluelos.

Comida para Aves, Mongolia

Juegos infantiles, Mongolia
Afortunadamente fui recatado por el domador de plumíferos carnívoros, por lo que pude continuar mi andar. A pesar de que el lugar estaba lleno de mongoles, había algo en el ambiente que me era muy familiar, habían comidas típicas y juegos de mala calidad para los cabros chicos. Se parecía mucho a las ramadas chilenas de pueblo.
Por supuesto que no faltaban los personajes emblemáticos de las tradiciones criollas, esos que sin saberlo y posiblemente sin tan solo soñarlo son los protagonistas del encuentro. Por unos segundos, me sentía absolutamente en casa.

Criollos de Mongolia
Agosto 2012
Leche Agria - Mongolia
Las comidas, en algunos casos eran bastante similares a las nuestras. Tenían unas especies de sopaipillas riquísimas y con el tiempo descubrí que hacían una sopa parecida a la cazuela, las cuales escaseaban más de lo que hubiese querido, por la cual me vería dispuesto a hacer cualquier cosa por tal de conseguir una. Lo que sí había en abundancia y por desgracia, era la leche agria, que para estas latitudes usualmente es de caballo.

Queso de Camello Seco, Mongolia
El sabor es lo más parecido a mezclar leche con vinagre, y eso se acompaña con queso seco de camello que es como comer aserrín con plumavit. La leche era simplemente intomable para mi occidental paladar. A esto debe sumarse que no la sirven en una elegante taza de té de la aristocracia inglesa, sino que en una compota de medio litro y esperan que la tomes toda. es algo muy característico de su cultura y  la toman tanto los niños y adultos todo el tiempo y en cada ocasión. Lo curioso es que este brebaje, dada su fermemtación, puede llegar a tener hasta 8 grados de alcohol. Me pregunto si los curagúillas que encontré habrán quedado así tomando leche.

Ger en Nadam de Mongolia

El pueblo mongol, dentro de sus innumerables características, destacan por ser muy acogedores. Sin importar las barreras del lenguaje, abren sus casas o más bien dicho Gers, a cualquier extraño que se les presente en el camino. Son muy solidarios y están siempre abiertos a ayudar. Sin duda esto debe ser fundamental  para el país menos poblado del mundo, con extensas planicies.



Mongolia

En lo que respecta a cómo se relacionaban conmigo, era un tanto particular. Los mongoles y los asiáticos en general tienen un particularidad en cuánto a su "Velleza". Sí, son súper lampiños. Por otra parte, la cantidad de chilenos que han visto en sus vidas es casi cero y yo que no me afeitaba hace un buen rato, me hacía ser un foco de atracción importante donde estuviera. La gente me saludaba y se alegraban, vitoreaban: "Chingis, Chingis Khan" cuando me veían, haciendo alusión a mi barba. Una viejita me tomaba la cara asombraba, posiblemente nunca vio tanta pelo con ojos en un ser humano. Afortunamadente para mí, el gran héroe patrio tuvo barba (pero un candado ordinario nomás) y al parecer era signo de poder entre los habitantes de esta alejada cultura y no dudaban a hacermelo notar. Esto se traducía en doble ración de leche agria para mí con cada mongol que conocía. Ya no sabía cómo escapar. Llegué a fingir accidentes como que la botaba por torpeza, pero no tardaba un par de minutos cuando ya me rellenaban el vaso. Cómo explicarles que la detestaba sin ser descortés. Al final negociaba con otros viajeros: "tómate tú mi leche  y yo me como el queso que no te gusta".

Por supuesto que no todo tenía sabor agrio, mi buena llegada con los mongoles producto de mi frondosa barba me abría puertas donde fuera. Entre tanta gente que conocí y que me toquetiaba la cara, escuché la palabra "Amigo", pronunciada perfectamente por un mongol. Hacía mucho que no escuchaba español, y Mongolia era el lugar más inesperado para que así fuera. Respondí cordialmente "Hola amigo", lentamente y pronunciadamente como cuando le pegan a Rocky, pensando que hasta ahí duraría más la escueta conversación. Resultó que el hombre dominanba perfectamente el lenguaje y más encima con un definido acento mexicano. Sorprendido le pregunto si había vivido por esas tierras, comentándome que nunca había salido del país. Una mexicana había flechado fugazmente su corazón y eso gatilló que aprendiera el idioma por su cuenta, ahora se había transformado en guía turístico y andaba liderando un grupo mostrándole los Nadams en el cual nos encontramos. Ya se oscurecía y Yo tenía que volver a Ulaan Bator, esta vez dejaría que la magia de mi dedo pulgar me llevara hasta allá.

Si bien ya había visto los soñados Nadams, quería ir por más. No había viajado tanto kilómetros y esperado tanto tiempo, para ver una pincelada de esta apasionante cultura. En mis ratos libres mendigaba por las cercanías de una oficina turística , intentando encontrar alguna alternativa. Nada que mi bolsillo pudiera soportar, sin embargo las amables mongolas que atendían en la oficina  - en un entrecortado inglés - me dieron un dato: " hay un grupo de franceses que andan rodando un documental sobre las luchas tradicionales en los Nadams de Mongolia. Ellos tienen transporte, y se dirigen  a la provincia de Mandal Gobi, se adentrarán por dos meses, si quieres te puedo contactar con ellos".

Bang! era lo que buscaba, una opción de transporte a bajo costo. Sin embargo era bastante arriesgado, ya que era un pasaje sin retorno. No tenía dos meses para seguir con ellos todo una gira y quedarme botado en las desiertas planicies  del gobi me daba escalofríos. Eran todas las señales que necesitaba. Los contacté.


Desiertas Planicies de Mongolia


French Team in Mongolia
 Se trataba de un equipo de tres estudiantes de 3 franceses parisinos, que estaban rodando este documental de bajo presupuesto como proyecto final de sus carreras. No eran de lo más abiertos y su fuerte acento les   complicaba cualquier intento de comunicarse en inglés, siendo estas opciones muy escasas. Les dije que Yo era un fotógrafo que conocía muy bien cómo funcionaban los Nadams y que si me dejaban viajar con ellos, yo les podía hacer los contactos necesarios para que pudieran filmar tranquilamente. Osea, puras mentiras. Confiaba que mi barba sería suficiente para que se me acercaran los mongoles y de alguna forma me comunicaría con ellos para explicarles que queríamos hacer un documental.

Después de un par de días de viaje, llegamos a la localidad donde se llevaría a cabo el Naadam buscado. Sin embargo, a pesar que se veía algo de movimiento, no había nada que indicara que se llevaría a cabo el evento. El lugar estaba vacío. Nos quedamos atónitos y confundidos, el Naadam debería estar en su plenitud, sin embargo veíamos una especie de colonia gitana, montando y desmontado carpas. La confusión y desilusión reinaba en nuestro apretado auto. Necesitábamos respuestas a todas las interrogantes que surgían en esos momentos....

Mongol - Patagón
...y estas respuestas llegaron, y en español con acento mexicano. Mi buen amigo mongol, había aparecido por esos lares, siguiendo los naadams para llevar a sus turistas españoles. Nos comentó que básicamente "el que se apura pierde el tiempo", por lo que sólo nos quedaba esperar. Bueno, no lo dijo exactamente con esas palabras, pero me hizo acordar de la querida patagonia, en donde este refrán es lema.

La verdad que Mongolia tiene bastante similitudes con nuestra tierra: Desde gauchos a cazuelas. Esta última un tanto esquiva, para la cual estaba dispuesto a conseguirla.

Cazuela "Mongoliana"
 Es que entre tanto queso pasao, leche agria y snicker que había comprado por montones, un plato de cazuela me venía a la pinta. Jamás me hubiese esperado encontrar con esta delikatessen, pero entre tanto Ger que entré, fue cuando la vi. Iluminada por un rayo de sol que entraba directamente desde la puerta, anunciando que mi norte era ese (todas las puertas de los ger apuntan al norte). Era una señal divina.
Sin embargo, este plato estaba reservado para turistas, en donde los ingredientes usados escaseaban y no había donde conseguirlos. Tuve que apelar a un viejo truco: hacer de "macho de compañía" con la cocinera.

Escort a cambio de una cazuela - Mongolia
Dado que era el rockstar de los pelos en la cara, era muy cotizado por los locales, así es que acepté a salir a dar un paseo con una entusiasta y meloza mongola cocinera de cazuelas a cambio de un plato de estos. Era eso o seguir tomando leche rancia.


Con la guata llena, era momento de enfrentar mi desafío al cual había buscado secretamente
transformarme en un luchador mongol. Ser parte de los Nadams, protagonizando una lucha despiadada con los gigantes guerreros, en donde los débiles no tienen muchas chances de triunfar era el destino que debía enfrentar.







Mi barba y un extraño talento que había venido desarrollando por mi paso por China que era el de imitar el sonido de las palabras que me decían, me estaban abriendo puertas que jamás hubiese esperado, desde conseguir comida hasta llegar a conocer a las grandes autoridades de la lucha mongola, por lo que mis amigos franceses quedaron muy contentos y de paso alguno que otros mongoles que se deleitaban con mi peculiar habilidad.....





En un Ger, la puerta siempre apunta al Norte
Habiendo cumplido mi palabra con los franceses, era hora de enfocarse en transformarme en un luchador. Para esto, aprovechando que ya estábamos en tierras adentradas de la vasta Mongolia, me mezclé lo más que pude con los locales, quienes me abrieron las puertas de sus Ger para aprender de sus costumbres, estudiar sus técnicas y eventualmente encontrar un rival que estuviese a mi altura.






Ya que una cazuela en un 1 año no haría milagros, mi masa corporal seguía bordeando unos posibles 62 kg de hueso y pellejo, lo que era una clara desventaja, pero no me intimidaría para enfrentar a quien me pusieran en frente

El pendejo tenía más fuerza que la chucha, seguramente producto de la leche fermentada, porque las patá en la raja que me puso todavía me las estoy sobando


Estaba claro que el gigante asiático de 5 años no se quedaría impune a semejante agresión, por lo que no dudé en aplicarle un Suplex desnucador que me llevaría a la victoria.




Pude constatar que en estos tiempos, hay quienes todavía muestran un grado de inmadurez y no son capaces de aceptar una derrota. En cuanto a mí, estaba listo para enfrentar el debut oficial, sólo tenía un problema...encontrar una vez más transporte.




Afortunadamente los dioses, ángeles y arcángeles estaban de mi lado, ya que en un encuentro casual por el pueblo conocí a un grupo de españoles muy amigables, liderados por Julio - menudo personaje- que habían llegado a Mongolia desde Rusia por el transiberiano  y ahora estaban organizando una vuelta por el gobi, volviendo a Ulaan Baator en dos semanas. Para esto se habían conseguido el mejor medio jamás concebido, una antigua combi 4 por 4 hecha en Rusia, lo bautizamos Palta-Mayo.



Palta Mayo se trasformó en nuestro hogar por 2
 semanas, el cual lo habitábamos 6 tripulantes y súper driver, nuestro conductor mongol, quien no hablaba una sola palabra de inglés y bueno por supuesto que ninguno de nosotros hablaba su idioma tampoco, en donde el más aventajado era yo, que sólo era capaz de reproducir ruidos. Así, nos adentramos aún más en la querida Mongolia, en donde por supuestotuvimos que sortear uno que otro obstáculo....











Con Julio nos hicimos bien amigos, compartimos innumerables aventuras y carcajadas que alegraban nuestras conversaciones. Siempre con su cámara de video de bajo presupuesto y con un microchip de palabras para relatar lo que su  filmaba, hacía que fuera una persona muy carismática y querida. Esto lo llevó a conocer a todos los extranjeros circundantes por esas latitudes, entre ellos a Corey, quien se transformaría en nuestro anfitrión oficial. 








A este gringo, yo lo definiría como un Marine de civil haciendo patria en Mongolia, a quien mis amigos franceses entrevistaron para su documental. Con todas las facciones de GI Joe y amante del futbol americano, llevaba viviendo más de un año en un pequeña localidad trabajando como voluntario de Peace Corp (Yo la pimera vez pensé que trabajaba para Pisco), apoyaba a los mongoles a surgir para hacer negocios y cosas de esas que los gringos hacen. En sus ratos libres, que al parecer eran muchos, se dedicaba a estudiar la cultura mongola, viajar por el país y participar en los Nadams, ni más ni menos que como luchador. Dado que estábamos de paso por esas lejanas latitudes, se apiadó de nosotros y se  transformó en nuestro guía oficial por un par de días, donde fuimos a visitar unos cerros que nunca entendí que tenían de especial y comer una cabra al estilo mongolia... 



...Esto es, comprarla viva a unos nómades, degollarla frente a mis ojos- lo que generó que me saliera un puchero y cuatro intentos de desmayo que tuve que disimular escondiéndome en las rocas,-cortarle la cabeza, sacarle todos los intestinos meterle piedras caliente y volver a meterle todo lo que le habían sacado para dejarla 10 horas, haciendo de su cuerpo el horno que cocinaría nuestra comida.




Mientras esperábamos, no quedaba otra que hacer tiempo. Hasta fútbol americano jugué, lo que me parecía un sacrilegio, estando en una tierra tan culturalmente rica en tradiciones ancestrales. Cayó la noche y los vodkas también, el futbol americano mutó a una especie de autitos chocadores entre humanos y la maldita pelota ovalada causaba estragos en nuestras narices al aparecer a altas velocidades en medio de una noche de vodkas rusos. Nuestros estómagos seguían vacío, la cabra sin cabeza seguía cocinándose lentamente y la borrachera se transformaba en nuestra anestesia oficial para nuestro innovador deporte.




Lo último que recuerdo de esa noche, fue....la verdad no recuerdo mucho. De alguna manera, amaneció y todos sobrevivimos dispersos por las praderas. Al día siguiente dijieron que había tacleado a todo el personal feminino de Peace Corp que nos acompañaba - en todo caso eran las mansas guailonas - y que de paso había desafiado a Corey a una lucha de Mongol. Al parecer mi hora había llegado...



Sin nada en la guata y con una caña de vodka ruso bajo un intenso calor, me enfrentaría al GI Joe anfitrión de nuestra gira. Como todavía me quedaba algo de alcohol en el cuerpo, lo acepté con valentía. Lo que sí, no sería nada a medias, este sería mi propio Nadam que tanto había esperado y debía ser tal cual como los que había visto.




Usé la tenida o salida de cancha como dicen en viña, o ropa de color como decíamos en el colegio en consseh (Concepción) más parecida que pude conseguir a la de los luchadores, osea mis calzoncillos viajeros de 17 días sin cambiarlos. Es que este magno evento improvisado ameritaba lo mejor de mí, teníamos a un gordo mongol de presentador y a superdriver que hacía como de mi entrenador, porrista y pindy en lo que sería la pelea del siglo y una galera expectante que vitoreaba nuestros movimientos en la arena de batalla. Estaba todo listo y dispuesto, la contienda era desigual, pero tenía confianza de que lo lograría.Y ahí estábamos, face to face con el gringo, a tirones pa allá y pa acá, este tenía harta más fuerza que mi primer contendor de 5 años, pero no me rendiría fácilmente...cuando la figurita de acción, había logrado desiquilibrarme y los espectantes por un microsegundo sabareaban mi derrota, blumm en un movimiento de piernas y aferramiento al cuello recupero la posición, para seguir en carrera. De otra manera hubiera sido la lucha más corta de todo mongolia. El gringo se sorprendía de mi agilidad y yo también, por un momento sentí que el anlgo sajón americano estaba nervioso y me arrrimé a ser el protagonista de la lucha. En una intentona por tumbar dirigí un tackle directamente a sus rodillas, consiguiendo llegar a ellas. Sólo tenía que tumbarlo, hasta ahí me llegó nomás, porque hasta la fecha no he conocido un gringo mal alimentado y éste no era la excepción. Ya que ni por peso ni por técnica podría derrotarlo, sólo me quedaba un artilujio, que no dudé en usarlo....
Que más puedo decir, aveces gano, aveces no. Tuve que dejarme perder, hubiera sido muy muy mal gusto vencer al dueño de casa...not!(inspirado en Borat) Ahora me esperaba un rica sopa caliente de intestinos y pedazos de carne flotantes que no pregunté que eran con el temor de que me dijieran que eran cesos. Simplemente disfruté de la sopa, con la satisfacción de haber luchado en Mongolia.



La simpleza de Mongolia es exuberante, de una cultura apasionante con tradiciones y música que hacen colisionar los sentidos más primitivos. Tan real y surreal que es imposible quedar indiferente a ese encanto escondido en sus paisajes que se despatan abierta y vastamente a nuestras miradas, un libro que sus páginas abiertas han sido escritas con pulcrosidad máxima y guardan en  entrelíneas misterios y gran belleza, confírmándome que menos es más.




Bonus Track:




Trailer Oficial





Relatos de Julio








-.. y Sí, hay un glaciar en el desierto


 



- Sentimiento de libertad en Mongolia